El uso del casco en bebés con deformidad craneal es controvertido

Resumen

Las deformidades craneales han aumentado desde que se recomienda dormir boca arriba para prevenir la muerte súbita infantil, siendo la primera casusa de consulta en unidades de Neurocirugía Infantil. La mayoría de ellas mejora a partir de los seis meses con medidas sencillas como los cambios posturales, así como permitir que el niño esté boca abajo cuando se encuentra despierto. Es importante destacar que estas deformidades son puramente estéticas y no traducen problemas intelectuales.

En ocasiones, a estos niños se les recomienda utilizar un casco durante unos meses para corregir esta deformación.

Resultados principales de la publicación

En este estudio se comparó a 84 lactantes de 5 y 6 meses con deformidad craneal moderada sin otras enfermedades. A un grupo se les recomendó utilizar un casco hasta el año de vida y al otro grupo seguir su evolución natural. Cuando tuvieron 2 años, se les midió la forma de la cabeza mediante unas técnicas precisas. Encontraron que ambos grupos tenían los mismos resultados, a excepción de los efectos indeseables producidos por el casco, como irritación en la piel. Los autores del estudio concluyen que, debido a los altos costes y efectos adversos, el casco no es la primera elección de tratamiento en estos niños.

Limitaciones del estudio

Este estudio no es aplicable a niños con deformidades craneales graves, prematuros o niños con enfermedades genéticas.

Conclusiones prácticas

Dado el elevado coste del casco y sus efectos adversos, el tratamiento conservador es la primera opción en los niños con deformidad leve y moderada de la cabeza.

Más información en: http://goo.gl/6cStHL

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