Septiembre 2018. Volumen 14. Número 2

Dar el pecho durante la vacunación reduce el llanto de los bebés

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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AT | Artículos traducidos

Traductor: Benito Herreros AM1.
1EAP Taco - La Laguna. Santa Cruz de Tenerife. España.
Correspondencia: Ana Mª Benito Herreros. Correo electrónico: anabenitoh@gmail.com
Fecha de publicación: 03/10/2018

AT | Artículos traducidos

Traductor: Benito Herreros AM1.
1EAP Taco - La Laguna. Santa Cruz de Tenerife. España.
Correspondencia: Ana Mª Benito Herreros. Correo electrónico: anabenitoh@gmail.com
Fecha de publicación: 03/10/2018

Procedencia del artículo

Sitio web del “NIHR Dissemination Centre” National Institute for Health Research (NIHR) NHS. Reino Unido. Informes (REPORTS) del NHIR Dissemination Centre (NIHR SIGNAL). Traducción autorizada.

Los autores del documento original no se hacen responsables de los posibles errores que hayan podido cometerse en la traducción de este.

Autores de la publicación original revisada

Harrison D, Reszel J, Bueno M, Sampson M, Shah VS, Taddio A, Larocque C, Turner L.

Autor del comentario de experto

Diane Farrar, NIHR. Post-Doctoral Research Fellow and Lead Midwife for Research, Bradford Institute for Health Research.

Autores del resumen estructurado

Equipos de Informes (REPORTS) del NIHR Dissemination Centre National Institute for Health Research (NIHR) NHS (NIHR SIGNAL). Fecha de publicación: 2017. Última actualización: 2017.

Artículo traducido

Contenido resumido del Informe (NIHR SIGNAL): los lactantes a los que se les dio el pecho antes y durante la vacunación rutinaria lloraron una media de 38 segundos menos y tuvieron puntuaciones más bajas en escalas de dolor que los bebés que no lo tomaron.

Esta revisión usó datos de 10 ensayos clínicos, que sumaban en total 1066 lactantes, la mayoría entre 1 y 6 meses de edad, que seguían el calendario de vacunas habitual.

Los porcentajes de vacunación en Inglaterra están por debajo de lo recomendado y siguen descendiendo. El dolor por las inyecciones causa malestar a los bebés y a los padres, y esto puede desalentar a los padres a seguir llevando a sus hijos a vacunar, o a terminar el programa más allá del primer año.

Esta es la primera revisión que se focaliza en estudios sobre el uso de poner al pecho para cualquier procedimiento doloroso en lactantes mayores de un mes. Los únicos ensayos encontrados se relacionaban con la vacunación y no los había para otros procedimientos.

Si el poner las madres a lactar al pecho durante la administración de vacunas ayuda a reducir el dolor de los bebés, puede ser este un método gratuito para aumentar el número de niños que completan su calendario vacunal.

Documento completo

¿Por qué era necesario este estudio?: las coberturas vacunales de las dosis rutinarias, al año y a los 2 años edad, han venido decreciendo en Inglaterra desde 2013. En el periodo 2015/16, solo el 93,6% de los lactantes de 1 año y el 91,9% de los de 2 años habían completado el esquema de vacunación, cifras por debajo del 95% que recomienda la Organización Mundial de la Salud 

Las inyecciones son necesarias para administrar las vacunas, pero son dolorosas. El dolor puede generar sufrimiento a los bebés y a sus cuidadores y producir ansiedad y miedo a las agujas. Este puede ser un factor que influya en que el esquema de vacunación no se complete.

Hay pruebas concluyentes de que la lactancia materna reduce el dolor durante los análisis de sangre en recién nacidos (hasta 28 días de vida), pero estas pruebas no están tan claras en lactantes más mayores. No hay revisiones basadas en la evidencia sobre si dar el pecho ayuda a reducir el dolor en procedimientos dolorosos en lactantes entre 1 mes y 1 año de edad.

¿En qué consistió este estudio?: esta revisión sistemática encontró 10 ensayos clínicos que estudiaron si la lactancia materna durante la administración de vacunas tenía algún efecto sobre el dolor. En total, se incluyeron 1066 bebés, con edades entre 1 y 12 meses, aunque la mayoría tenían entre 1 y 6 meses. Ningún estudio estaba realizado en el Reino Unido.

Los estudios comparaban lactantes que tomaban el pecho antes o durante las inyecciones con no usar ningún tratamiento analgésico, con el uso de soluciones azucaradas, de agua destilada, de crema anestésica, con el uso de masaje y con la aplicación de sprays fríos. Se usaron diferentes métodos para medir el dolor. Estos incluían la duración del llanto, cuánto tiempo tardaron en comenzar a llorar, escalas de dolor y reacciones como la frecuencia cardiaca.

Los ensayos eran relativamente pequeños, y fue imposible cegar a las madres o a los profesionales sanitarios respecto al grupo en el que estaban incluidos. Pero, para el tiempo de llanto y las escalas de dolor, la calidad de las pruebas en global se consideró moderada, lo que sugiere que son fiables.

¿Qué se encontró?: 6 estudios, con 547 lactantes en total, mostraron una reducción del tiempo de llanto en el grupo que tomaba el pecho comparado con el resto de los grupos (diferencia media de -38 segundos, intervalo de confianza del 95% [IC 95]: -50 a -26).

Cinco estudios, que incluían 310 lactantes, midieron el dolor posterior a la inmunización usando varias escalas para el dolor. Agrupando estos resultados, se encontró una reducción en las puntuaciones en los grupos con tomas de lactancia al pecho al administrar las vacunas frente al resto de los grupos (diferencia de medias estandarizada -1,7 [IC 95]: -2,2 a -1,3).

Solo un estudio midió la frecuencia cardiaca durante la inmunización, y 2 la midieron después de la inyección. No se encontraron diferencias entre el grupo con lactancia materna y los demás grupos. Un estudio midió la saturación de oxígeno durante y después de la administración de la vacuna, pero no encontró diferencias entre el grupo en el que se daba el pecho y los demás grupos.

Ocho estudios incluyeron niños entre 1 y 6 meses. Solo 2 estudios incluyeron lactantes entre los 6 y 12 meses de edad. Los resultados pueden ser diferentes para niños más mayores.

Ningún estudio reseñó efectos adversos como atragantamiento, arcadas, vómitos o tos. Ningún estudio informó sobre la aceptabilidad de este uso de dar el pecho por parte de las madres o por parte de los profesionales sanitarios. Los estudios tampoco informaron sobre los aspectos prácticos que conllevan el adecuar las consultas en que se administran las vacunas para poder ser utilizadas para dar el pecho en ellas.

¿Qué dicen las actuales guías de práctica clínica sobre este tema?: la Guía sobre buenas prácticas para el manejo del dolor posquirúgico y durante procedimientos de la Association of Paediatric Anaesthetists of Great Britain and Ireland (Asociación de Anestesistas Pediátricos de Gran Bretaña e Irlanda), publicada en 2012, recomienda que se considere la lactancia materna (junto con mecerlos, los chupetes y el azúcar) mientras se vacuna a los bebés.

Public Health England publica en el Libro verde (Green book) una guía para profesionales sanitarios sobre vacunas y procedimientos vacunales. En el capítulo sobre los procedimientos vacunales analiza los lugares de inyección y sus técnicas, pero no menciona el manejo del dolor.

¿Cuáles son las implicaciones?: este estudio refuerza el mensaje de que, si la madre está dando el pecho, esta puede ser una buena forma de reducir el dolor durante la administración de las vacunas.

Reducir el malestar o el dolor a los bebés puede que motive a las madres a completar el calendario de vacunación. Esta medida puede ayudar a elevar los porcentajes de coberturas vacunales. La lactancia materna no necesita ninguna preparación o equipo adicional, y no incrementa costes a los servicios sanitarios. Los centros médicos pueden considerar la posibilidad de tener un espacio disponible para que las madres puedan dar el pecho de forma confortable.

Este estudio no encontró evidencias con respecto a otros procedimientos dolorosos realizados en hospitales.

Financiación: Cochrane Reino Unido y el Grupo Cochrane de Dolor, Apoyo y Curas Paliativas están financiados por los fondos de infraestructura de NIHR.

Comentario del experto

Muchas mujeres eligen no dar el pecho, y aquellas que sí deciden darlo, lo hacen solo durante unas pocas semanas después del nacimiento. Por lo tanto, para proporcionar evidencias más generalizables que informen a los sanitarios y a las madres, en futuros ensayos clínicos se debería estudiar, creando grupos que administren una toma al bebé, pero incluyendo ambos tipos de alimentación (pecho, o biberón con fórmula, según se haya elegido alimentar al bebé), para comparar en ambos casos con el procedimiento habitual (no dar alimentación durante la administración de las vacunas). Entonces la pregunta a responder sería: ¿alimentar al bebé durante la realización de procedimientos dolorosos es seguro y disminuye los signos de dolor?

Bibliografía

Artículo original revisado en el documento

Harrison D, Reszel J, Bueno M, Sampson M, Shah VS, Taddio A, et al. Breastfeeding for procedural pain in infants beyond the neonatal period. Cochrane Database Syst Rev. 2016;10:CD011248.

Bibliografía adicional

Tipo de documento

NIHR Signals: sucintos sumarios actualizados, publicados por el NIHR Dissemination Centre (NHS/Reino Unido), sobre las investigaciones más importantes y más relevantes aparecidas cada semana.

Cómo citar este artículo

Benito Herreros AM. Dar el pecho durante la vacunación reduce el llanto de los bebés. Evid Pediatr. 2018;14:30.

Traducción autorizada del NIHR Dissemination Centre (NIHR Signal). Breastfeeding reduces crying during baby immunisation. National Institute for Health Research. NIHR Dissemination Centre. Tipo de informe: resúmenes “NIHR SIGNAL” [en línea] [fecha de actualización: 21 de febrero de 2017; fecha de consulta: 2018].

Disponible en: https://discover.dc.nihr.ac.uk/portal/article/4000699/breastfeeding-reduces-crying-during-baby-immunisation

03/10/2018

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