Medicina Basada en la Evidencia

Estudios observacionales (I). Medidas de frecuencia. Estudios transversales. Técnicas de muestreo – 107 – La prevalencia de DC en el grupo de expuestos a zido- vudina será 487/10 760 = 4,5 por 100 RN. La prevalencia de DC en el grupo de expuestos a anti- rretrovirales que no sean zidovudina será de = 86/2152 = 4 por 100 RN. La razón de prevalencias es el cociente de la prevalen- cia en expuestos y la prevalencia en no expuestos, es decir: 4,5/4 = 1,1. Nos da una idea de manera cuantitati- va de la discrepancia en la aparición de los DC en niños que estuvieron expuestos a zidovudina frente a otros antirretrovirales (ocurrió 1,1 veces más frecuente). Es preciso que se defina con precisión la población de referencia sobre la que se extrapolarán los resultados, la población susceptible de pertenecer al estudio y sus criterios de inclusión, así como la selección y definición de las variables que van a medirse en el estudio y las escalas de medida que van a utilizarse (ver técnicas de muestreo más adelante). En ocasiones, los estudios transversales se diseñan para estudiar la relación entre dos o más variables en una población en un momento dado. Reciben entonces el nombre de estudios de asociación cruzada . Los estudios transversales, también conocidos como estudios de prevalencia, se utilizan para estimar la frecuencia de una enfermedad De todas formas, aunque las características de la varia- ble puedan cambiar a lo largo del tiempo, este tipo de diseños no permite establecer una clara relación tem- poral ni de causa-efecto. Las ventajas de los estudios transversales, además de en su sencillez, radican en que se puede controlar bien la selección de los sujetos y las variables a medir, no existen pérdidas durante el seguimiento, no hay que esperar a que se desarrolle la enfermedad y son de realización más rápida y económica que otros estudios. Por todo esto, son útiles para generar hipótesis que, una vez más, habrá que comprobar posteriormente con estudios más complejos. Las ventajas de los estudios transversales son la sencillez, ofrecer resultados más rápidamente y ser más económicos. Sin embargo, no sirven para establecer relaciones causales El inconveniente fundamental es no poder establecer claramente la secuencia de los acontecimientos, con lo que muestran asociaciones, pero no pueden propor- cionar relaciones de causa-efecto. Son poco útiles en enfermedades raras en la población de estudio o para características que puedan modificarse sensiblemente a lo largo del tiempo. Por último, están sujetos al riesgo potencial de todos los estudios observacionales. TÉCNICAS DE MUESTREO En todo diseño epidemiológico debemos planear y con- testar a las siguientes preguntas: ¿a qué población se desea extrapolar los resultados?, ¿a quiénes vamos a estudiar?, ¿qué criterios seguiremos para elegir a los participantes?, ¿a quiénes excluiremos?, ¿cómo se van a seleccionar? y ¿cuántos deberán ser seleccionados? El objetivo es que las mediciones que obtengamos sean válidas (exactas) y confiables (precisas). Cuando el número de personas que cumplen los crite- rios de selección es demasiado grande, es necesario seleccionar una muestra de esa población para su es- tudio. Definimos muestreo como la acción de escoger muestras representativas de la calidad o condiciones medias de un todo, o como la selección de una peque- ña parte estadísticamente determinada, utilizada para inferir el valor de una o varias características del con- junto. Idealmente, todos los integrantes de la población de interés deben tener una misma probabilidad de ser elegidos ( Figura 1 ). Figura 1. Población general, población diana y muestra Población general Población diana Muestra

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