Medicina Basada en la Evidencia

Diseños metodológicos – 118 – ríamos por término medio 31 recién nacidos de bajo peso cada 100 nacimientos al año. También aquí de- bemos calcular los IC 95 según se explica en la Tabla 2 . Para calcular finalmente el NICE y el NIC, según vemos en la tabla del ejemplo, se hallan los inversos de FAE y FAP, respectivamente. Todas estas medidas se pueden facilitar con la utili- zación de calculadoras epidemiológicas, cuyo uso se explica en la sección VII de este libro. VENTAJAS Y LIMITACIONES DE LOS ESTUDIOS DE COHORTES La principal ventaja de los estudios de cohortes es que permiten responder a preguntas clínicas sobre pronós- tico en las que sería éticamente imposible plantear un ensayo clínico. Además, permiten establecer hipótesis de causalidad como paso previo a la realización de en- sayos clínicos. Como ya hemos visto, permiten calcular tasas de incidencia y riesgos relativos, lo que supone una ventaja sobre los estudios de casos y controles, en los que no es posible estimar el riesgo de forma precisa por desconocerse la incidencia del efecto. La medición de la exposición y de las variables de interés suele ser más exacta que en los estudios de casos y controles, al ser menos susceptibles al sesgo de memoria, sobre todo en los estudios prospectivos. En el caso de las cohortes retrospectivas, la calidad de la información recogida dependerá de los registros existentes y de cómo estos se adapten a los objetivos del estudio. En general, los estudios de cohortes son menos suscep- tibles a la existencia de sesgos que otros estudios ob- servacionales y permiten estudiar el efecto de una mis- ma exposición sobre varias enfermedades diferentes. Entre sus inconvenientes destacan su mayor dificultad de realización y la habitual necesidad de muestras ma- yores, lo que conlleva generalmente costes mayores. No son eficientes para el estudio de enfermedades poco frecuentes, ya que sería necesario el seguimiento de un gran número de sujetos durante un largo periodo de tiempo para poder documentar el efecto. Tampoco son muy útiles para enfermedades con un lar- go periodo de latencia, ya que conllevan largos segui- mientos con riesgo de aumento de las pérdidas durante los mismos. Además, el seguimiento prolongado con- lleva siempre el riesgo del cambio de los criterios de diagnóstico o de tratamiento de la enfermedad o efecto en estudio. Por último, no debemos olvidar que, como cualquier diseño de tipo observacional, los estudios de cohortes pueden tener limitaciones para establecer relaciones de causalidad, por lo que en ocasiones son necesarios otro tipo de estudios de diseño experimental.

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