Medicina Basada en la Evidencia
Diseños metodológicos – 216 – ■ Sanitarios: son los relacionados con la intervención (medicamentos, pruebas diagnósticas, etc.). ■ No sanitarios: son los que tienen que pagar el pa- ciente u otras entidades o los que se relacionan con la productividad. ¿Qué costes se incluirán en un EEE? Dependerá de la in- tervención que se analice y, especialmente, de la pers- pectiva y el horizonte temporal del análisis. Cuantificación de los costes Habrá que determinar la cantidad de recursos que se emplea, ya sea de forma individual o agregada, depen- diendo de la información de que se disponga. Valoración de los costes Se les asignará un precio unitario, especificando la fuente y el método empleado para asignar este precio. Cuando el estudio abarque periodos de tiempo largos habrá que tener en cuenta que las cosas no cuestan lo mismo a lo largo de los años. Para tener esto en cuenta se utiliza un factor de pon- deración o tasa de descuento, que suele estar entre el 3 y el 6%. VA = VF/(1+t) n VA: valor actual; VF: valor futuro; t: tasa de descuento; n: número de años. Identificación, medida y valoración de los resultados Los beneficios obtenidos pueden clasificarse en sa- nitarios y no sanitarios. Los resultados sanitarios son consecuencias clínicas de la intervención, medidas ge- neralmente desde un punto de vista de interés para el paciente (mejoría de cifras de presión arterial, muertes evitadas, etc.). Los resultados no sanitarios se dividen según produzcan mejoras en la productividad o en la calidad de vida. ■ Productividad: ingresos más cortos, convalecencia más breve, mejoría de las condiciones de salud del trabajador. ■ Calidad de vida: impacto de la enfermedad (social y familiar) y del tratamiento de la misma sobre el paciente. Puede estimarse utilizando una serie de cuestionarios sobre las preferencias de los pacien- tes, resumiéndose en un único valor de puntuación que, unida a la cantidad de vida, nos proporcionará el año de vida ajustado por calidad ( AVAC ), también co- nocido como QALY , por sus siglas en inglés ( Quality- Adjusted Life Year ). Para valorar la calidad de vida nos referimos a las uti- lidades de los estados de salud, que se expresan con un valor numérico entre 0 y 1, en el que 0 representa la utilidad del estado de muerte y 1 la de la salud perfecta. Por ejemplo: un año de vida vivido en perfecta salud equivale a un AVAC (1 año de vida x 1 utilidad = 1 AVAC). Así, para determinar el valor en AVAC multiplicaremos el valor asociado a un estado de salud por los años vi- vidos en ese estado. Por ejemplo, medio año en perfecta salud (0,5 años x 1 utilidad) equivaldría a un año con síntomas asociados (1 año x 0,5 utilidad). Tipo de análisis económico Podemos elegir entre cuatro tipos de análisis económico: ■ Análisis de minimización de costes. Se usa cuando no hay diferencia de efecto entre las dos opciones comparadas, con lo que nos bastará con comparar los costes para elegir la más barata. ■ Análisis de coste-efectividad. Se usa cuando las inter- venciones son similares y determina la relación en- tre costes y consecuencias de las intervenciones en unidades habitualmente utilizadas en clínica (por ej.: disminución de días de ingreso). ■ Análisis de coste-utilidad. Es similar al de coste-efec- tividad, pero ajustando la efectividad por la calidad de vida, por lo que su medida de resultado es el AVAC . ■ Análisis de coste-beneficio. En este tipo todo se mide en unidades monetarias, que solemos comprender bastante bien, aunque puede ser un poco complica- do explicar con ellas las ganancias en salud. Veamos un ejemplo: Recientemente el NICE (Reino Unido) ha puesto en marcha una nueva iniciativa para aumentar su límite de 20 000 a 30 000 £/AVAC en el caso de tratamientos de enfermedades para las que la esperanza de vida sea menor a 2 años, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos: el tratamiento debe estar indicado para pa- cientes con una corta esperanza de vida (normalmente menor a 24 meses), debe prolongar la vida en al menos tres meses adicionales, no debe existir otra alternati- va disponible y el tratamiento debe estar indicado para una pequeña población de pacientes. En la práctica, hace referencia a los productos oncológicos y plantea la posibilidad de asignar un mayor valor a los AVAC gana- dos en últimas etapas de enfermedades terminales. Es- tas directrices han sido elaboradas teniendo en cuenta la opinión de la sociedad y constituyen un avance en la evaluación de intervenciones sanitarias, haciendo más transparente el proceso de toma de decisiones. Análisis de los resultados El análisis dependerá del tipo de análisis económico em- pleado. En el caso de estudios de coste-efectividad es típico calcular dos medidas, el coste-efectividad medio
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