Medicina Basada en la Evidencia
Lectura crítica de documentos científicos – 418 – Valoración comparativa de los resultados Es importante contextualizar los resultados en el con- junto del conocimiento científico previo. La tercera fase de la evaluación de la importancia clínica consiste en buscar otros estudios publicados previamente (ideal- mente revisiones sistemáticas de calidad) y analizar la concordancia de los resultados con los del estudio que estamos evaluando. Evaluación de los costes y de la relación riesgo/ beneficio Una vez evaluada la magnitud de los resultados (cuan- titativa y cualitativamente) y comparados con los de otros estudios de calidad, nos faltaría una última fase para evaluar la importancia clínica de los resultados: valorar la relación entre potenciales beneficios, ries- gos y costes para decidir si los resultados del estudio justifican algún cambio de actitud en nuestra práctica clínica diaria. Aunque haya bajo riesgo de sesgos y resultados estadísticamente significativos, en medicina basada en la evidencia es fundamental evaluar la relevancia clínica de los mismos, es decir, si justifican un cambio de manejo que suponga un beneficio potencial para el paciente desde el punto de vista de alguna de las partes implicadas en el proceso asistencial En nuestra búsqueda bibliográfica encontramos tam- bién otra RS de la Cochrane publicada en 2020 (Khule S et al. Cochrane Database Syst Rev. 2020) sobre trata- mientos antinflamatorios en niños con SAOS leve-mo- derado en la que encuentran resultados similares y una RS sobre efectos adversos del montelukast (Dixon EG et al. BMJ Paediatr Open. 2021) en la que la probabili- dad de padecer efectos neuropsiquiátricos (ansiedad, irritabilidad, insomnio, agresividad, terrores nocturnos, cefalea, etc.) es de 0,7-2,3% y de otros efectos adversos está por debajo del 1%. Habíamos visto una mejoría estadísticamente signifi- cativa y precisa de las variables estudiadas con mon- telukast según los resultados de esta RS, pero una vez analizada la relevancia clínica de los mismos, quizá no recomendaríamos el uso de montelukast a todos nuestros pacientes; en primer lugar, porque los estu- dios de la RS no incluyen pacientes con SAOS grave. Podría ser útil para niños con SAOS leve en los que disminuir 1-2 puntos el IAH puede ayudar a evitar una cirugía, pero hacen falta estudios que evalúen si esto realmente es así. En caso de emplearlo, deberemos avisar sobre potenciales efectos adversos y vigilar su aparición. APLICABILIDAD DE LOS RESULTADOS Llegamos a la última fase de la lectura crítica de un ar- tículo. Si hemos llegado hasta aquí es porque ya hemos evaluado la validez del estudio y la importancia clínica de los resultados y consideramos que el estudio podría con- llevar algún cambio en nuestra práctica clínica habitual. Para tomar esta decisión, tendremos que analizar si el tipo de pacientes, ámbito sanitario, intervenciones, etc. son equivalentes a aquellos en los que vamos a poner en práctica las conclusiones del estudio. Así mismo, es importante tener en cuenta aspectos económicos, socio- sanitarios y de preferencias de los pacientes e incorporar nuestra experiencia clínica a toda esta información. HERRAMIENTAS DE LECTURA CRÍTICA Los criterios empleados para leer correctamente de for- ma crítica la literatura científica son una ayuda importan- te para los profesionales sanitarios, pero no se ajustan a todos los tipos de estudios y tienen un elevado compo- nente de subjetividad en su aplicación. Conociendo estas limitaciones y entendiendo que no son “libros de instruc- ciones” que seguir al pie de la letra y de forma rígida, se dispone de herramientas, fichas y listas de comprobación que suponen una guía de apoyo de gran utilidad. Quizá las más empleadas en la actualidad en idioma español sean las del Servicio de Evaluación de Tecnologías Sani- tarias del País Vasco (Osteba) y las del Programa de Habi- lidades en Lectura Crítica Español (Critical Appraisal Skills Programme Español [CASPe]). En la Tabla 2 se enumeran estos y otros recursos disponibles y sus direcciones de Internet en el momento de escribir este capítulo. Aunque todas tienen elementos comunes, es evidente que no hay una única manera de evaluar críticamente la literatura. En el fondo, se trata de aprovechar los distintos recursos para encontrar la sistemática que más ayude a cada pro- fesional en el proceso de lectura crítica. CASPe es una organización independiente sin ánimo de lucro creada en 1998 y asociada a CASP international (que es un programa del Servicio de Salud inglés). Ense- ña lectura crítica de la evidencia clínica a personas con diferentes perfiles (clínicos, investigadores, gestores, y pacientes) y ofrece recursos prácticos online . En su página web https://redcaspe.org/ (consultada en sep- tiembre de 2024) podemos encontrar fichas de lectura crítica para los distintos tipos de estudio, calculadoras, glosarios y una oferta de cursos para completar nuestra formación en lectura crítica. La página web www.lecturacritica.com/es/ (consultada en septiembre de 2024) es el acceso a la aplicación de fi- chas de lectura crítica creada por Osteba con financiación del Gobierno Vasco y el Ministerio de Consumo, Sanidad y Bienestar Social. Es una aplicación gratuita, validada por expertos en evaluación de tecnologías sanitarias y per-
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