Los medicamentos para el reflujo en los bebés pueden aumentar el riesgo de fracturas de huesos

¿Qué se sabe sobre el tema?

El reflujo gastroesofágico consiste en la subida del contenido del estómago hacia el tubo que conecta la boca y el estómago (esófago). En los lactantes este síntoma es relativamente frecuente debido a su inmadurez y a que la dieta es principalmente líquida. En la gran mayoría de los casos no produce ningún tipo de complicación y se resuelve de forma espontánea a partir de los 4-6 meses de edad y, por tanto, no precisa utilizar medicamentos. En casos muy concretos el reflujo puede producir problemas de salud ("enfermedad por reflujo gastroesofágico"). Se pueden emplear entonces medicamentos que reducen la secreción ácida del estómago. El uso de estos medicamentos ha aumentado en los últimos años sin que esto se deba a una mayor frecuencia de la enfermedad por reflujo. En este estudio se analiza uno de los posibles efectos no deseados de los tratamientos utilizados.

Resultados del estudio:

Se recogió de una base de datos de Estados Unidos de América información de aproximadamente 850 000 niños. En torno a 97 000 (un 11% del total) recibió una medicina para el reflujo antes del año de vida. Se encontró que estos niños tenían más riesgo de tener una fractura de un hueso antes de los 5 años de vida. El riesgo era mayor en los niños en los que se inició la medicación antes de los 6 meses de edad y en aquellos tratados durante más tiempo.

Limitaciones del estudio:

Siempre que se recoge información de bases de datos de poblaciones grandes existe el riesgo de que parte de los diagnósticos o tratamientos no estén correctamente registrados. También hay datos que no figuran y que, por tanto, no pueden ser analizados. En este caso podría ser que hubiera diferencias en la alimentación o en el estado de nutrición de los niños que condicionaran por sí mismas diferencias en el riesgo de fractura.

Conclusiones prácticas:

El aumento de fracturas encontrado en este estudio es un dato más para recordar que se debe seleccionar muy bien a los bebés a los que se trata con medicinas para el RGE, especialmente si se empieza muy pronto o se trata durante mucho tiempo.

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