La miel se ha usado habitualmente para el alivio de la tos por recomendación y hábito cultural en diversas sociedades desde la antigüedad. Para el tratamiento de la tos se han utilizado jarabes de sustancias azucaradas y miel, ya que se decía que formaba una capa que impedía el reflejo de la tos.
Hasta la actualidad no existían estudios serios que probaran la utilidad de la miel como tratamiento de la tos nocturna en niños.
En este artículo se revisa un trabajo publicado en una revista científica para intentar saber si la miel resulta eficaz para tratar la tos y si tiene algún efecto perjudicial.
Resultados principales del estudio
Mediante encuestas a los padres, los autores del estudio midieron aspectos de la tos de los niños como las veces que tosía, el tipo de tos y si se producía durante el sueño. De los 270 niños que participaron a unos se les administró un preparado de miel en diferentes combinaciones y a otros una sustancia sin efecto contra la tos (placebo) en forma de jarabe de dátiles. Resultó que en aquellos niños que recibieron los preparados con miel, la mejoría de la tos fue mayor que en los que recibieron el tratamiento con placebo.
Comentario de los efectos adversos si los hay
En los países en los que la miel no se pasteuriza no debe administrarse a los niños menores de un año, pues puede provocar una enfermedad llamada botulismo infantil. En este estudio, algunos niños que recibieron miel tuvieron náuseas y vómitos en comparación con ninguno de los del grupo que recibió jarabe de dátiles.
Comentario breve de cualquier limitación de la revisión
La miel parece aliviar la tos asociada al catarro y aunque existen todavía pocas pruebas, el hecho de producir escasos efectos perjudiciales, hace que pueda ser un tratamiento alternativo.
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