Qué se sabe del tema, o por qué ese tema tiene importancia
La fiebre es un motivo muy frecuente de consulta tanto en Atención Primaria como en los servicios de urgencia hospitalarios. La mayoría de las veces se trata de enfermedades virales o bacterianas leves, pero un pequeño porcentaje puede corresponder a una infección grave. Muchos estudios buscan un dato físico o analítico que identifique a los casos graves.
Resultados del estudio
Este estudio mide la fiebre de los niños en un servicio de urgencias, y también tiene en cuenta la fiebre referida por los padres.
Un 9% de los niños con más de 38º, 10% con más de 39º y 17% con más de 40º tendrían enfermedad bacteriana grave. Pero teniendo en cuenta solo este criterio se dejaría sin diagnosticar a muchos niños (muchos falsos negativos).
La cantidad de fiebre no es pues un buen marcador de enfermedad grave. Es algo mejor en lactantes de menos de 6 meses o en casos de niños con más tiempo de fiebre, pero aun así no es suficientemente fiable.
Limitaciones del estudio
Las pruebas para diagnosticar la enfermedad de base las decidió cada pediatra, por lo que no se puede descartar que pidiese más pruebas en caso de fiebre más alta.
Utilidad práctica
En este estudio, realizado en el servicio de urgencias de un hospital, la fiebre demostró que no es un buen indicador de enfermedad bacteriana grave. En Atención Primaria, donde es menos probable que haya casos graves, los resultados serían incluso peores.
La cantidad de fiebre, por sí sola, no indica la gravedad de la enfermedad.
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