Qué se sabe del tema
En los últimos diez años la vacuna del sarampión ha evitado más de 31 millones de muertes en el mundo. Para que los niños estén protegidos, se deben conseguir que al menos un 95% de ellos reciban la vacuna frente al sarampión. Este porcentaje no se ha conseguido, y además con la pandemia por COVID-19 ha empeorado la situación: en 2020 más de 23 millones de niños no se han vacunado. Esta situación es muy preocupante sobre todo en aquellos países de ingresos bajos, donde la mortalidad por sarampión puede ser de hasta un 30%. La vacuna triple vírica (TV) también incluye la vacuna de la rubeola. La rubeola contraída intraútero produce discapacidad, que es evitable.
Resultados del estudio
Esta revisión sistemática estudia la vacuna triple vírica, que incluye sarampión, rubeola y paperas, y la vacuna de la varicela. La efectividad de la vacuna para el sarampión con una dosis fue del 95% y del 96% después de dos dosis. La efectividad frente a las paperas con una dosis fue del 72%, y del 86% con dos dosis. La efectividad para la rubeola fue del 89% y la de la vacuna contra la varicela después de dos dosis en niños de 11 a 22 meses es del 95%.
Los efectos adversos observados son las convulsiones febriles, que ocurren en una de cada 1150 a 1700 dosis administradas. No existe evidencia de asociación entre la vacuna triple vírica frente al sarampión, rubeola y paperas, y la encefalitis o encefalopatía y el autismo.
Los beneficios de la vacunación contra el sarampión tienen gran impacto ya que se estima que ha conseguido una reducción de la mortalidad del 94%, (descenso de más de 31 millones de muertes), fundamentalmente en países de renta baja, donde la mortalidad puede llegar al 30%.
Limitaciones
Las revisiones Cochrane son de gran calidad, no obstante, hay limitaciones: los estudios revisados eran diferentes entre sí y no se localizaron estudios no publicados, pero realizaron las pruebas estadísticas adecuadas para obtener resultados fiables. No incluyeron a mayores de 14 años.
Conclusiones prácticas
La vacunación durante la infancia con las vacunas de la varicela y triple vírica es una práctica efectiva y segura, asociada a efectos secundarios leves y con menos frecuencia que los que se producen con la infección natural. No se ha demostrado que la triple vírica se asocie a encefalopatía o autismo. Para mejorar la protección que producen las vacunas es necesario elevar el porcentaje de niños vacunados, sobre todo en los grupos más desprotegidos y en los países de renta baja.
Artículo completo >