Conclusiones de los autores del estudio: el estudio valorado proporciona pruebas de que los adolescentes, en el Reino Unido y en otros lugares, expuestos a películas que contienen imágenes de fumadores son más propensos a iniciarse en el hábito de fumar. Estos datos justifican la revisión de las calificaciones de las películas, dada la asociación existente entre el tabaquismo y diversos problemas de salud.
Comentario de los revisores: parece existir una asociación entre la exposición a las películas que muestran escenas de tabaquismo y el inicio del mismo por los adolescentes de todo el mundo. Sería recomendable incluir estos datos en la calificación de las películas para proteger a la población pediátrica y prevenir las enfermedades derivadas de este hábito.
Rivas Juesas C, Gimeno Díaz de Atauri Á. Ver fumar en las películas aumenta el riesgo de iniciarse en el consumo de tabaco. Evid Pediatr. 2012;8:19.
Objetivo: evaluar la asociación entre la exposición a imágenes de fumadores en las películas y el consumo de tabaco en adolescentes en una cohorte poblacional británica.
Diseño: estudio transversal anidado en un estudio de cohortes poblacional (estudio ALSPAC) que estudia la influencia sobre la salud de factores sociales, ambientales, biológicos y genéticos. Además, incluye un metaanálisis de estudios publicados hasta la fecha sobre tabaquismo y películas (incluyendo los resultados del presente estudio).
Emplazamiento: comunitario (área sanitaria de Avon, Reino Unido).
Población de estudio: se pudo recoger información sobre hábito tabáquico y sobre películas visualizadas en 5166 adolescentes de 15 años, de entre los hijos de las 14 541 mujeres incluidas en la cohorte incial. Se realizó, además, una búsqueda en PubMed para otros estudios transversales publicados sobre tabaquismo y películas y se realizó un metaanálisis con los resultados de nueve de los artículos encontrados.
Evaluación del factor de riesgo: cuestionario informatizado en el que se preguntaba si habían visto 50 películas (seleccionadas aleatoriamente de una base de datos de las 366 películas más vistas en el Reino Unido entre 2001 y 2005). La exposición se estimó en cuatro cuartiles en función del número de veces que se fumaba en la película (≤ 38, 39-68, 69-108 y ≥ 109). Además, se tuvieron en cuenta datos recogidos previamente en la cohorte sobre otros aspectos descritos en estudios previos como factores de riesgo para el inicio de tabaquismo en adolescentes.
Medición del resultado: cuestionario de dos preguntas para medir el inicio del tabaquismo (“¿has probado alguna vez un cigarro, aunque sea solo una calada?”) o el habito tabáquico establecido (“¿fumas todas las semanas?”). Se empleó la regresión de Poisson para estimar la asociación entre la exposición a imágenes de fumadores en películas y el tabaquismo. Se establecieron seis modelos de comparación ajustados progresivamente por un mayor número de posibles factores de confusión, desde el sexo y la edad (modelo 1) hasta sexo, edad, influencias familiares y sociales y factores comportamentales (modelo 5). El sexto modelo incluía dos factores modificadores (consumo de alcohol y tabaquismo en el grupo de amigos). El número de sujetos en cada modelo varió por ausencia de datos, desde 3090 en el modelo 6 hasta 5166 en el modelo 1.
Resultados principales: el 47,4% de los adolescentes había probado alguna vez el tabaco y el 9,8% era fumador habitual. Las razones de riesgo para cada cuartil de exposición a imágenes de fumadores con respecto al primer cuartil (38 escenas o menos) se exponen en la tabla 1.
Tabla 1. Asociación entre exposición a películas con imágenes de fumadores y variables sobre tabaquismo. Comparación con respecto a primer cuartil de exposición a tabaquismo en películas (≤ 38 escenas). Mostrar/ocultar
En cuanto al metaanálisis, se calculó la odds ratio (OR) ajustada para la comparación entre los cuartiles 4.º y 1.º de exposición a películas. Para el inicio del tabaquismo la OR fue de 2,13 (intervalo de confianza del 95% [IC 95%]: 1,76 a 2,57) y para el tabaquismo establecido de 1,63 (IC 95%: 1,40 a 2,01).
Conclusión: los adolescentes expuestos a películas que contienen imágenes de fumadores son más propensos a iniciarse en el hábito de fumar. Estos datos justifican la revisión de las calificaciones de las películas, dada la asociación entre el tabaquismo y diversos problemas de salud.
Conflicto de intereses: no existe.
Fuente de financiación: uno de los autores recibió financiación del National Institut of Health y de la American Legacy Foundation.
Justificación: el tabaco mata a unos cinco millones de personas cada año, constituyendo la principal causa prevenible de muerte en todo el mundo. Se calcula que unos 100 000 jóvenes inician este hábito cada año. La promoción del tabaco en distintas variantes ha demostrado aumentar el riesgo de tabaquismo en adolescentes de forma dosis-dependiente1. Desde la prohibición de la publicidad del tabaco, otros medios de promoción del mismo se abrieron paso, como el cine. Se trata de un medio muy potente, ya que llega a todos los rincones y son los adolescentes los mayores consumidores del mismo2,3. La relación entre la visualización de escenas de consumo de tabaco y el inicio del hábito ha sido estudiada previamente, por lo que este estudio viene a reforzar esta asociación y plantea la necesidad de tenerla en cuenta en la evaluación y calificación de las películas.
Validez o rigor científico: se trata de una cohorte británica con un porcentaje de inicio de consumo de un 47% a los 15 años, muy superior al de estudios realizados en otros países4,5, lo que puede conducir a una sobreestimación del riesgo. En España el dato es similar, de un 45% entre los 14 y los 18 años, por lo que los datos podrían ser extrapolables. Los estudios transversales no son el diseño ideal para la determinación de un factor de riesgo, ya que miden al mismo tiempo efecto (tabaquismo) y exposición (ver películas donde hay contenido tabáquico elevado). Sin embargo, tras incluir en los modelos de ajuste variables de confusión predictoras del tabaquimo (edad, género, economía familiar, tabaquismo en los padres, trastornos conductuales, consumo de alcohol y tabaquismo en sus iguales) se mantiene la asociación. Además, aunque es frecuente cuando el seguimiento es largo como en este caso, las pérdidas fueron elevadas: solo un 36% de la cohorte inicial participa en este estudio. El metaanálisis con los estudios transversales publicados hasta la fecha muestra una fuerte relación para el inicio del hábito y ligeramente inferior para el tabaquismo habitual. Este análisis proporciona mayor robustez a los resultados, pese a que presenta deficiencias, como una búsqueda muy limitada (se consultó una sola base de datos, Pubmed, para estudios solo en lengua inglesa, con el consiguiente riesgo de incurrir en un sesgo de publicación) y que no se describe la calidad de los estudios incluidos en el metaanálisis.
Importancia clínica: utilizando el modelo 6 (que incluye todos los factores de confusión), la fracción atribuible de riesgo de inicio del tabaquismo para los expuestos al mayor número de imágenes (cuartil > 109) fue del 24%. Para los expuestos a un menor número de imágenes (cuartil 39-68), dicha fracción va decreciendo hasta un 11,5%. Además, parece existir un gradiente dosis-respuesta creciente (a mayor contenido de tabaquismo, mayor consumo), como ocurre en otros estudios de diseño similar. Pese a que no se puede establecer causalidad, parece prudente revisar el contenido de las películas y cuantificar la exposición al consumo de tabaco como espectador, incluyendo este parámetro en su calificación.
Aplicabilidad en la práctica clínica: las políticas de prohibición de la publicidad y la creación de espacios libres de humo están resultando eficaces para luchar contra el tabaquismo. Pese a la evidente asociación entre tabaquismo y cine, la normativa a ese respecto continúa siendo muy escasa. El cine es actualmente una fuente de imágenes de consumo de tabaco para la población pediátrica, por lo que sería recomendable una revisión de la clasificación de las películas para frenar la exposición a estas escenas en las películas dirigidas a niños y adolescentes, la población más vulnerable.
Conflicto de intereses de los autores del comentario: no existe.
Rivas Juesas C, Gimeno Díaz de Atauri Á. Ver fumar en las películas aumenta el riesgo de iniciarse en el consumo de tabaco. Evid Pediatr. 2012;8:19.
El fumar es un hábito muy perjudicial para la salud, hasta el punto de que mata a unos cinco millones de personas cada año en el mundo. Unos cien mil jóvenes comienzan a fumar cada año. Desde que se ha prohibido la publicidad convencional del tabaco, otros métodos como la publicidad incluida en el cine han cobrado mayor importancia, porque además, los adolescentes son grandes consumidores de películas. Se ha estudiado en el pasado la relación entre la visualización de escenas en que se fuma, con el inicio del tabaquismo, y este estudio vuelve sobre el mismo tema.
Resultados principales del estudio
Este estudio, realizado en Gran Bretaña, nos dice que a los 15 años un 47% de adolescentes fuma (los datos en España son similares). Toman los datos de un gran estudio de la población que analiza el efecto sobre la salud del medio ambiente, de la sociedad y de la genética. Estudian el hábito de fumar y de ver cine en 5166 adolescentes de 15 años con una encuesta sobre 50 películas seleccionadas al azar de entre las más vistas en su país. Clasifican las películas en cuatro grupos según cuántas veces se ve fumar en ellas. Encuentran que fuman más los adolescentes que ven películas en las que se ve fumar más, cuantificando en 24% el riesgo si en la película se fuma mucho, disminuyendo hasta un 11,5% si se fuma poco.
Comentario de los efectos adversos si los hay
La nicotina es una de las drogas que más adicción produce. Tiene una acción muy potente en el cerebro, de tal manera que influye en la producción de una enorme variedad de hormonas y neurotransmisores que condicionan la función cerebral. Esto hace que sea tan difícil dejar de fumar.
El hábito de fumar trae consecuencias a corto y largo plazo. Entre las primeras está la tos, el aumento de las secreciones bronquiales, la disminución de la capacidad respiratoria y la disminución del rendimiento durante el ejercicio. Pero son las consecuencias a largo plazo las que más preocupan: la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar (que es irreversible), las enfermedades cardiovasculares (infarto), y sobre todo el cáncer del pulmón. Se sabe además que el fumar durante el embarazo, daña el feto y esto se traduce en un retraso del crecimiento y posiblemente en daño cerebral.
Comentario breve a cualquier limitación de la revisión
Este estudio se ha realizado midiendo de forma simultánea el efecto (fumar) y el factor de riesgo (ver fumar en el cine). A este tipo de estudios se les denomina estudios transversales y no son el mejor diseño para valorar si hay relación de causa-efecto. No obstante, en este estudio se han aislado bien los otros factores que pueden influir en que un adolescente fume (edad, sexo, economía familiar, tabaquismo en los padres, trastornos de conducta, consumo de alcohol y tabaquismo en sus compañeros o amigos), y aún así se mantiene la asociación.