Los niños con una bilirrubina alta en el primer mes de vida sin otros síntomas neurológicos tuvieron un desarrollo normal a los cinco años

¿Qué se sabe del tema?

La bilirrubina es una sustancia que se produce cuando se destruyen los glóbulos rojos. Si hay mucha bilirrubina en la sangre, la piel se pone amarilla. A esto se llama ictericia. Los recién nacidos, y sobre todo los prematuros, tienen la bilirrubina más elevada. Esto ocurre porque por un lado producen más bilirrubina y por otro su hígado no está maduro y  procesa la bilirrubina con lentitud.

Para conocer la cantidad de bilirrubina se analiza la sangre. Si el nivel es mayor de 20 mg/dl, en los niños menores de un mes de vida, se puede producir una enfermedad neurológica grave, llamada kernicterus pero también puede que no tengan síntomas. En este estudio se pretende conocer si el aumento de bilirrubina por encima de 25 mgr/dl en niños sin síntomas puede afectar el desarrollo neurológico a largo plazo.

Resultados principales del estudio

Se valoró el desarrollo de 207 niños que nacieron por encima de las 35 semanas de gestación, y que tuvieron un nivel de bilirrubina mayor de 25 mgr/dl en los primeros 21 días de vida. Se comparó con el de 207 niños de la misma edad y características con una cifra normal de bilirrubina. Los padres rellenaron una encuesta por escrito sobre distintos aspectos del desarrollo de los niños. Se les pasó la encuesta a las edades de 18, 24, 33, 48 y 60 meses de edad.

No hubo diferencias en la puntuación de las encuestas. Los niños con bilirrubina alta tuvieron una puntuación de 224, sobre un máximo de 300 puntos. Los niños con bilirrubina normal tuvieron una puntuación de 223. Tampoco se encontraron diferencias cuando se estudió cada aspecto del desarrollo por separado.

El estudio concluye que en los recién nacidos no prematuros, los niveles de bilirrubina en sangre  por encima de 25 mg/dl y sin síntomas de enfermedad neurológica, no afectan al desarrollo durante los primeros cinco años de vida.

Comentario de las limitaciones del estudio

La encuesta la rellenaron los padres y, aunque se ha demostrado que son válidos para estudiar el desarrollo, no son tan precisos como una exploración de un profesional.

El estudio se realizó hasta que los niños tuvieron cinco años. Para poder conocer lo que ocurre después son necesarios estudios de mayor duración.

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