Conclusiones de los autores del estudio: la vacuna antiinfluenza A/H1N1 presenta una débil asociación con el desarrollo de síndrome de Guillain Barré.
Comentario de los revisores: a pesar de las limitaciones encontradas en este estudio, los resultados deberían tenerse en cuenta para adoptar una decisión individual con respecto a la vacunación. Sin embargo, el riesgo de síndrome de Guillain Barré después de la vacunación debe ser sopesado frente a los beneficios demostrados de la vacunación y la reducción de las complicaciones relacionadas con la gripe.
Ruiz-Canela Cáceres J, Fernández Rodríguez M. La vacunación antigripal se asocia con un débil aumento del riesgo de síndrome de Guillain Barré. Evid Pediatr. 2015;11:65.
Objetivo: valorar la posible asociación entre la administración de la vacuna antiinfluenza (VAI) y el desarrollo del síndrome de Guillain Barré (SGB).
Diseño: revisión sistemática (RS) y metanálisis (MA).
Fuente de datos: se realizó una búsqueda en PubMed y Embase desde enero de 1977 hasta abril de 2014. Los descriptores empleados fueron: influenza vaccin* and Guillain-Barré. Se realizó una búsqueda manual en las referencias de los artículos primarios seleccionados.
Selección de estudios: estudios observacionales controlados que valorasen el riesgo de la VAI y el SGB y que incluyesen los estimadores de riesgo relativo (RR), odds ratio (OR), incidencia relativa (IR) o razón de incidencias (RI). No se emplearon instrumentos para evaluar la calidad de los estudios. Se excluyeron los 15 estudios de SGB asociados a la vacuna A porcina/New Jersey/1976. Fueron incluidos 176 estudios y rechazados 147.
Extracción de datos: dos revisores extrajeron los datos de forma independiente y las discrepancias se resolvieron por consenso con un tercer revisor. Los datos extraídos fueron: la filiación del estudio (nombre de autores e institución), su duración, año de publicación, diseño, localización del estudio, tamaño muestral, población, edad, seguimiento de los casos, criterios diagnósticos de SGB, tipo de vacuna y estimadores ajustados. Se calculó el RR global con el intervalo de confianza del 95% (IC 95) siguiendo un modelo de efectos aleatorios. El sesgo de publicación se estimó con el funnel plot. Se valoró la heterogeneidad mediante la I2, considerando que valores < 40% indicaban poca heterogeneidad. Se realizó un análisis de subgrupos para valorar la influencia de los distintos estudios y otros factores como el factor geográfico y el tipo de diseño.
Resultados principales: se valoraron 29 artículos, de ellos se obtuvieron 39 estudios para el metanálisis (22 sobre vacunación estacional, 16 sobre vacunación en pandemias y uno con la administración en ambas situaciones). Variable principal: asociación entre SGB con VAI (estacional o pandémica): RR: 1,41 (IC 95: 1,20 a 1,66); RR (VAI pandémica - SGB): RR: 1,84 (IC 95: 1,36 a 2,50), I2 del 54%; RR (VAI estacional - SGB): RR: 1,22 (IC 95: 1,01 a 1,48); I2 64%. La asociación VAI y SGB no se mantuvo al realizar el análisis de exclusión de dos de los tres estudios con estimaciones no ajustadas.
Conclusión: la VAG presenta una débil asociación con el desarrollo de SGB, siendo más patente con la vacuna pandémica A/H1N1.
Conflicto de intereses: no consta.
Fuente de financiación: no consta.
Justificación: el síndrome de Guillain-Barré (SGB) es una enfermedad autoinmune que constituye la causa más común de parálisis flácida aguda en todo el mundo. Viene precedido de una infección de las vías aéreas o gastrointestinal en aproximadamente dos tercios de los casos y se asocia con algunas infecciones víricas, incluida la gripe. Desde 1976 el SGB también se ha asociado con la vacuna contra la influenza porcina. A partir de entonces, algunos estudios han mostrado un pequeño aumento del riesgo de SGB después de la recepción de las vacunas antigripales estacionales y monovalente H1N1. El objetivo de este estudio es valorar esta asociación1,2.
Validez o rigor científico: esta revisión se plantea con una pregunta muy poco precisa. La búsqueda bibliográfica se ha realizado solo en dos bases de datos, sin describir la estrategia empleada. La extracción de datos esta poco descrita; no se ha realizado una valoración de la validez de los estudios incluidos y de la calidad de los seleccionados. La heterogeneidad (valorada por el estadístico I2) es en la mayoría de los análisis superior al 40%; es el principal factor que limita la confianza en estos. Los estudios diferían en el tipo de vacuna empleada, el diseño y la localización geográfica. En el análisis de sensibilidad, la asociación entre SGB y vacuna estacional no se mantenía significativa. Finalmente, los resultados están correctamente sintetizados y descritos.
Importancia clínica: la asociación entre SGB y vacuna gripe es significativa, con un RR > 1,41 (IC 95: 1,20 a 1,66), lo que supone que el 29% de los casos serían atribuibles a la vacuna. En el análisis de sensibilidad en el que se excluyen dos de los estudios con estimaciones no ajustadas desaparece la significación estadística y la heterogeneidad se manifiesta por ejemplo en el análisis por subgrupos, siendo el riesgo más bajo en Europa que en Australia. Se conoce que la causa más frecuente de SGB es la infección por Campylobacter1 y la frecuencia estimada de SGB es de 10 a 20 casos por cada millón de personas, en comparación con un caso por cada millón de personas tras la vacunación contra la gripe2. Hay revisiones que no encuentran ese aumento de incidencia3. Sin embargo, otras revisiones también documentan este ligero aumento de incidencia de SGB en vacunados4,5.
Aplicabilidad en la práctica clínica: a pesar de las limitaciones encontradas en este estudio, los resultados deberían tenerse en cuenta para adoptar una decisión individual con respecto a la vacunación. Sin embargo, el riesgo de SGB después de la vacunación debe ser sopesado frente a los beneficios demostrados de la vacunación y la reducción de las complicaciones relacionadas con la gripe.
Conflicto de intereses de los autores del comentario: no existen.
Ruiz-Canela Cáceres J, Fernández Rodríguez M. La vacunación antigripal se asocia con un débil aumento del riesgo de síndrome de Guillain Barré. Evid Pediatr. 2015;11:65.