Conclusiones de los autores del estudio: tanto la cesárea programada como la de urgencia están asociadas a una disminución de las tasas de lactancia materna exclusiva comparadas con el parto vaginal.
Comentario de los revisores: se puede afirmar que existe evidencia suficiente que demuestra el efecto negativo de la cesárea sobre la lactancia. Tanto los pediatras como los neonatólogos deberán discutir firmemente con los obstetras las indicaciones no estrictamente médicas de la operación cesárea dado el marcado perjuicio que esta provoca.
Cuestas Montañés E, Aparicio Sánchez JL. Los niños nacidos por cesárea toman menos lactancia materna. Evid Pediatr. 2011;7:15.
Objetivo: estudiar las tasas de prevalencia de lactancia materna, definida de acuerdo con las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en niños nacidos por cesárea (programada y de urgencia) comparadas con niños nacidos por parto, desde el nacimiento hasta los seis meses de edad.
Diseño: estudio prospectivo de cohortes.
Emplazamiento: hospital de tercer nivel de afiliación universitaria en el nordeste de Italia.
Población de estudio: los 2686 neonatos a término nacidos en la maternidad del Hospital Universitario de Padua fueron potencialmente seleccionados, entre enero y diciembre de 2007. Se incluyeron 2173 recién nacidos y fueron excluidos 513 (36 por derivación a terapia intensiva, 467 porque sus madres no hablaban o escribían italiano y diez por rechazar el estudio). Se realizó el seguimiento efectivo de 1567 parejas madre-hijo, finalizando el mismo 970.
Evaluación del factor de riesgo: el modo de nacimiento se clasificó como parto vaginal (n = 1496), cesárea programada (planificada por indicación médica absoluta o relativa, cesárea previa o por decisión de la madre; n = 398) y cesárea de urgencia (por presencia de una complicación seria e inesperada de causa fetal o materna; n = 279).
Medición del resultado: el modo de nacimiento, la edad gestacional, el peso de nacimiento, la puntuación Apgar, y la iniciación y duración de la lactancia materna se registraron en todos los recién nacidos. Las tasas de prevalencia de lactancia materna de acuerdo con los criterios de la OMS, se registraron mediante una encuesta al alta hospitalaria, y luego telefónicamente a los siete días, y a los tres y a los seis meses.
Resultados principales: la prevalencia de lactancia materna exclusiva en la sala de partos fue significativamente superior después del nacimiento por parto vaginal comparado con el nacimiento por cesárea (71,5% vs. 3,5%; p < 0,001) y también hubo un intervalo de tiempo significativamente mayor entre el nacimiento y el primer amamantamiento entre los nacidos por cesárea (10,4 horas; desviación estándard [DE]: 9 horas vs, 3,1 horas; DE: 6 horas; p < 0,05). No se encontraron diferencias en las tasas de lactancia materna entre los nacidos por cesárea programada y de urgencia. El nacimiento por vía vaginal presentó tasas de prevalencia de lactancia materna exclusiva significativamente mayores que los nacidos por cesárea programada (85,95% vs. 74,5%; riesgo relativo [RR]: 1,19; intervalo de confianza del 95% [IC95%]: 1,06 a 1,30 a los siete días; 69,9% vs. 55,1%; RR: 1,26; IC 95%: 1,13 a 1,42 a los tres meses; y 59% vs. 46,6%; RR: 1,26; IC 95%: 1,10 a 1,44 a los seis meses).
Conclusión: tanto la cesárea programada como la de urgencia están asociadas a una disminución de las tasas de lactancia materna exclusiva comparadas con el parto vaginal.
Conflicto de intereses: no se declaran.
Fuente de financiación: no se especifica.
Justificación: en los últimos decenios se ha observado un marcado y progresivo aumento de la tasa de cesáreas, que pasó de un 10% en la década de 1970 al 30% que se presenta en la actualidad. Se ha de señalar que un gran número de las indicaciones en primíparas no son de causa médica estricta. Esto influye en el crecimiento de las cesáreas programadas, que a su vez motivan un aumento en el número de cesáreas posteriores. Existe suficiente evidencia que demuestra la asociación existente entre operación cesárea y morbimotalidad materna y neonatal1, aunque son relativamente pocos los estudios que se ocupan de la evolución de los embarazos a término, y menos aún los que tratan específicamente el impacto del modo de nacimiento sobre el éxito o fracaso de la lactancia materna2.
Validez o rigor científico: se trata de un estudio interesante, novedoso y bien diseñado. Puede existir un sesgo importante de selección de la población, pues se excluyó un número significativo de madres de nivel socioeconómico y cultural bajo y de diferentes orígenes o etnias3 (las clases sociales bajas y las etnias que provienen de países no industrializados amamantan más a sus hijos y durante mayor tiempo). La construcción de los grupos de cesáreas programadas y de urgencia no sigue un criterio claro y objetivo, fácilmente medible, lo que puede implicar que la prevalencia de cesáreas electivas o programadas estuviese subrepresentada. Las condiciones basales entre los grupos de parto normal y cesárea no muestran diferencias en la tasa de complicaciones, como por ejemplo en las tasa de asfixia neonatal, hecho que llama la atención, pues es contrario a lo observado en la bibliografía. Los autores no han contemplado la diferencia en el manejo postnatal de los recién nacidos por cesárea, hecho que constituye una cointervención diferencial evidente, ni las complicaciones postoperatorias (hay hasta una muerte puerperal materna que se excluyó del análisis) que podrían atentar contra una lactancia exitosa. Llama la atención la dispersión de los resultados teniendo en cuenta el tamaño muestral (figura 1).
Figura 1. Análisis de la amplitud de los resultados del tiempo transcurrido para el primer amamantamiento* Mostrar/ocultar
Los resultados podrían estar afectados por el elevado nivel de pérdidas durante el seguimiento: solo terminaron el estudio el 61,9% de los pacientes que lo iniciaron (970/1567), aunque la proporcionalidad de los grupos se mantiene y los IC 95% de los RR son todos significativos.
Aun así sería conveniente replicar este estudio en diferentes medios a fin de confirmar los hallazgos con una definición más realista de “cesárea urgente” y “cesárea electiva”.
Importancia clínica: existen pocos estudios previos que se hayan ocupado específicamente de este tema2. Dada la importancia del mismo, podemos afirmar que existe ahora evidencia suficiente que demuestra el efecto negativo de la cesárea sobre la lactancia. Solo existe un estudio relativamente pequeño y limitado a una población de muy buen nivel educativo y socioeconómico que no encuentra diferencias entre las tasas de lactancia materna exclusiva a los seis meses comparando nacimientos por parto normal con cesáreas4, posiblemente porque en estos existe un mejor cuidado del rooming-in en las cesáreas.
Aplicabilidad en la práctica clínica: tanto los pediatras como los neonatólogos deberán discutir firmemente con los obstetras las indicaciones no estrictamente médicas de la operación cesárea, dado el marcado perjuicio que esta provoca, entre muchos otros, sobre la lactancia materna.
Conflicto de intereses en los autores del comentario: no existe.
Cuestas Montañés E, Aparicio Sánchez JL. Los niños nacidos por cesárea toman menos lactancia materna. Evid Pediatr. 2011;7:15.